sábado, 15 de octubre de 2016

Para quien llama por teléfono, su empresa es la voz que contesta.




La voz humana es una milagrosa constatación de que no estamos solos. Nuestra voz le dice a ese otro al que hablamos que estamos con él, o con ella...pero de qué manera.

La voz humana es la que nos recibe cuando marcamos un número telefónico y nos dice con qué tipo de empresa estamos hablando. 

La palabra puede decir muchas cosas formales pero es la voz misma el verdadero mensaje : las emociones que expresa y transmite es lo fundamental. Y eso lo da el timbre de voz, la intención, el estado de ánimo y/o la personalidad de quién nos recibe.

Por la complejidad de la comunicación en las empresas la voz que nos da la bienvenida es una voz grabada. 

Y una empresa es una colectividad de servicio que se debe al público y por tanto debe cuidar todos los detalles para asegurar la aceptación, la preferencia y finalmente: la fidelidad del público.

Y eso se consigue transmitiendo simpatía, amabilidad, cortesía y también autoridad, porque es necesario transmitir al público, principalmente, garantía y seguridad . 

¿Y con qué? Precisamente con la voz que tenemos grabada en nuestra central telefónica.

No hay que ser un experto para constatarlo. Solo se necesita sentido común y de responsabilidad acerca del perfil institucional que necesitamos proyectar al público a través de nuestro teléfono corporativo.

Por ello, cuando gastamos inmensas sumas de dinero en acciones de publicidad, prensa y relaciones públicas, no permitamos que conteste nuestra central telefónica una voz inexpresiva, distraida, destemplada o agresiva. Porque para quien llama, nuestra empresa, es esa voz.

La voz también es un instrumento musical excepcional:  el conjunto The Voca People, con solo sus voces, nos lo recuerda mágicamente. Disfrutémoslos y tengámoslo presente al momento de juzgar la voz grabada que ya tenemos o que va a grabar para nuestra central telefónica. Esa voz seleccionada, tal vez no cante como los Voca People, pero en la locución tendrá que ser profesional, como ellos. (Hubert Rojas)