martes, 10 de agosto de 2010

Una "lora" en la central telefónica...

Hablan sin parar, pero no con las personas que deben atender .No, no…están embebidas en una interminable charla personal, por el mismísimo auricular de la central telefónica.

Contestan mecánicamente y, en algunos casos, hasta con cierta molestia, porque interrumpen su charla personal…faltaba más!

Se ven mal en ese papel y se deben oír peor. Lo extraño es que lo hacen a vista y paciencia de todos. ¿No tienen jefes? ¿Nadie las supervisa? Tienen licencia para matar, perdón, para chismosear y descuidar al público.

Es un caso serio. Es exactamente como un soldado de espaldas al enemigo o como un jugador de foot-ball que hace autogoles. Porque esa persona distraída, y que gana por ello, es la voz cotidiana de la empresa.

Si usted quiere una graciosa lorita que adorne el vestíbulo de su empresa, bien…póngala en una jaulita, pero no en la central telefónica.(Hubert Rojas)

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