martes, 18 de septiembre de 2012

¿Se debe hacer publicidad en el teléfono de la empresa ? ¿Cómo?






Ponerse en el lugar del público. No hay otra forma de dar en el blanco. Y si usted se pone en el lugar de quien espera ser atendido en el teléfono, no querrá otra cosa que prontitud.

Ese hecho fundamental, debe encausar debidamente cualquier intento de aprovechar ese breve (debía serlo) momento de transición, entre el anexo ocupado y la atención.

Podemos soportar a regañadientes los mensajes publicitarios en cualquier lugar público o aun en nuestra casa mientras hacemos otra cosa, pero no al teléfono, cuando nos urge realizar una consulta o una gestión urgente.

Pero la testarudez de los funcionarios de marketing, espacialmente cuando tienen una campaña publicitaria en el aire, no entiende de razones ni de límites. Y trasladan, sin más, los jingles y spots de la TV y la radio, al teléfono, sin ninguna consideración ni respeto por el público. Y aún muchas veces, sin ni siquiera tomarse el trabajo de intercalar la publicidad con disculpas por la espera. Logrando el resultado opuesto al buscado: Un rotundo rechazo y antipatía de quienes sufridamente se ven obligados a esperar en los teléfonos de esa empresa.

¿Querrá decir esto que no se podrá utilizar el teléfono para reforzar una campaña en marcha? De ninguna manera, si se puede hacer, pero respetando el carácter y el tratamiento que merece el público a través de un medio que es de trato personal y no masivo, como es el teléfono.

Lo importante es que el sentido y el objetivo del mensaje central de la campaña sea transmitido, en el lenguaje y la forma apropiada para el teléfono.

Haga lo mismo que cuando visita a su médico y no se automedique, háganos caso. Tenemos el criterio y la experiencia para cuidar la imagen telefónica de su empresa. (Hubert Rojas)