jueves, 16 de febrero de 2017

"(El teléfono) ...del César, no solo debe serlo, además debe parecerlo"




Tomamos pie en la famosa sentencia del emperador romano Julio César, a propósito de un desliz de imagen pública de su mujer, a quien castigó con el divorcio, para recordar a nuestros amigos que lo que se ve y se oye de una empresa es lo que define su perfil público.

Toda la publicidad y los esfuerzos de marketing se escapan como por un saco roto cuando una voz vacilante y destemplada contesta el teléfono a nombre de su empresa.

Pero esta lamentable situación, que debería alarmar a cualquier hombre o mujer de nivel directivo, a algunos no les mueve ni la ceja. Falla así el sentido común y aun el mismo instinto de conservación.

Con mucha suficiencia, estamos cansados de recibir la respuesta “tenemos otras prioridades”, cuando les ofrecemos reemplazar sus torpes grabaciones amateur, con el diseño de mensajes de imagen telefónica, profesional y cuidadosamente desarrollados, tanto en el contenido como en la forma. 

Otra respuesta habitual es también: "cuando surja el requerimiento, lo llamaremos”. 

El requerimiento clama a gritos desde sus teléfonos, pero algunos no lo escuchan y el desgaste de imagen institucional, sigue minando... (Hubert Rojas)