martes, 12 de octubre de 2010

Hay sumas que restan


Una casa de pensión es indudablemente varias “casas” en una. Pero una empresa debe ser un todo armónico, tanto en su funcionamiento como en la imagen que proyecta en sus relaciones cotidianas.

Sin embargo, algunos funcionarios, en lo que respecta a sus mensajes telefónicos, no piensan así o mejor dicho, simplemente, no lo piensan. Tratan más bien de diferenciar su departamento, o área, del resto, eligiendo por ejemplo, otra voz distinta para sus mensajes telefónicos grabados a aquella que identifica a la central telefónica, empezando a dispersar de esta manera la unicidad que debe proyectar la imagen telefónica de una empresa.

Lo que ocurre es que, por lo general, no existe un departamento encargado de cuidar y supervisar la imagen corporativa en todos los ámbitos de relación con el público, dejando así que cualquiera se lance por la libre, según su buen entender. De esta manera los importantes recursos invertidos en publicidad o mercadeo, se convierten en una especie de saco roto por el cual se va diluyendo la estrategia emprendida.

No esta demás recordar, aunque suene reiterativo, que la política de marketing e imagen de una empresa no comprende solamente las acciones específicas de relaciones públicas y publicidad sino todas las actividades en las que la empresa se relaciona con sus diferentes públicos. No todo es ventas y eficiencia, en el sentido estricto e inmediato, aunque  todo lo actuado repercuta finalmente en los índices de ventas y la perfomance de la empresa en el mercado.

Aparentemente “pequeños” detalles como elegir una voz distinta para identificar a un departamento determinado, va sumando, o mejor dicho restando, a la imagen de la empresa. Y ganar es, siempre, sumar. (Hubert Rojas)


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